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La lupe.

UNA CIERTA CONDICIÓN DE OLVIDO (III)

Por: Camilo Peláez

Publicado: 2014-08-05

Para llegar al final de esta pequeña secuencia de artistas que pertenecen a "una cierta condición de olvido"  

traeré a una cantante excepcional, con detalles que hacen de su voz una de las más particulares del bolero femenino.

Para empezar, pienso que es conveniente responder a cuáles son los referentes que siempre salen a la luz cuando hablamos de la voz femenina en el bolero. De esta apreciación surgen nombres como: Celia Cruz, Toña la negra, Ligia Mayo y Carmen delia Dipiní; todas muy correctas en el arte de cantar e interpretar. No obstante, la mujer que ocupará las líneas de ésta columna no está entre las ya mencionadas, pero también es muy correcta en su arte.

Lupe Victoria Yolí Raymond es el nombre de pila de La lupe. Una mujer cuya voz conserva relación con su rostro: bello y aguerrido. Una mujer que con la potencia de su voz logró -por un tiempo-, elevar su nombre a las más altas estanterías musicales, participando con La Fania All Star y Tito Puente. Y como todos los artistas que he presentado en las columnas anteriores, también gozó de renombre. En los 60 era más famosa que Celia Cruz, lo que cual se prestó para el chismorreo y especulaciones sobre la caída comercial de La lupe.

Ahora bien, mi objetivo no ha sido demeritar a los artistas que propongo en paralelo con el presentado. Por eso, en ningún momento pretendo decir que Celia fue menos que La lupe o viceversa. Para mí, ambas son grandes, pero con diferentes facultades y un pequeño detalle: Celia es una artista para la eternidad y Lupe para el olvido comercial y el recuerdo de unos pocos.

Comenzaré -para demostrar la capacidad de canto de La lupe-, presentándoles una canción que se titula ¿Qué te pedí?. En ésta podemos apreciar cuatro elementos característicos: la serenidad con la que empieza, pero con la suficiente potencia para que no se pierda en un susurro. La capacidad para subir el tono sin hacerle sentir a uno como oyente desgaste alguno. El compás que lleva con su voz, lento y preciso. El cuarto, pero no menos importante, es su tan emocional "quejido", llevándonos a una atmósfera erótica, más no vulgar.

Sin embargo, no basta con presentar las características positivas o el tiempo que duró en la fama. Cuando un artista ha pasado por dichas situaciones surge una pregunta que, pienso, es de obligatorio planteamiento ¿por qué fue olvidado? La respuesta, pues, es más subjetiva que objetiva. Ésta queda a deliberación de muchos factores que escapan de la capacidad del artista. Según el chismorreo que se generó con respecto a Celia, se especula que La lupe queda en un olvido por una discusión que tuvo con ella generada por el puesto que quedaba libre en Fania records.

No obstante, la respuesta que tengo a cerca del olvido de La lupe está más relacionada con ésa "cierta condición de olvido" que he argumentado en las columnas previas. Puede que ella haya logrado una fama, pero fue para el momento; no nació destinada a perdurar en la memoria colectiva, sino en la memoria de unos pocos. Diferente a Celia, que con su gran talento, es una artista -y lo digo en presente-, que está destinada a la eternidad de la memoria colectiva.

Lupe Victoria Yolí Raymond murió como su fama: de ipso facto. Un paro cardíaco le arrebató sus ganas de vivir eternamente; pero su música lo hace en los pocos que la escuchan y la admiran.

Gracias.


Escrito por

Camilo Peláez

Universitario. Poco que decir, mucho que escuchar. Contacto: pelaez.camilo96@gmail.com


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